Concepto:
Según la Sra. Eloísa Etchegoyen de Lorenzo,“integración es el proceso de incorporar física y socialmente dentro de la sociedad a las personas que están segregadas y aisladas de nosotros”.
Actualmente nadie niega el principio de que “el discapacitado visual pertenece a la sociedad de videntes” y que por lo tanto es para ese ambiente que debe ser educado.
El artículo 34 de la Ley 16.095 “Equiparación de oportunidades para las personas discapacitadas” establece: “Los discapacitados deberán integrarse con los no discapacitados en los cursos curriculares desde la educación preescolar en adelante, siempre que esta integración les sea beneficiosa en todos los aspectos”.
El principio de integración es un derecho constitucional, más aún es un principio de convivencia civilizada.
Objetivos:
Obtener el máximo desenvolvimiento de los niños con capacidad diferente con su inserción al currículo regular asegurándoles un entorno educativo altamente estimulante.
Lograr la igualdad de oportunidades a través de una equilibrada, feliz y efectiva convivencia que se inicia en el aula y culmina en la sociedad.
Fomentar un cambio de mentalidad en la sociedad para aceptar en su seno a las personas con discapacidad diferente, alcanzando un mayor grado de humanización y por ende mejorar su calidad de vida.
La integración facilita la adaptación y la adecuación del niño al mundo visual y permite que el vidente acepte y juzgue al discapacitado visual tendiendo en cuenta lo que es, no lo que le falta.
La integración modifica los preconceptos y las actitudes que la gente en general tiene con respecto a la ceguera.
Todos los participantes del proceso integracionista enriquecen sus vidas facilitando la convivencia social, priorizando los valores del ser humano como ser comunitario, en un mundo en constante cambio.
El aula, se convierte en una excelente práctica de la educación en valores.
Una escuela está preparada para integrar a un alumno discapacitado visual cuando:
Existe actitud abierta y receptiva, disponibilidad e interés por proporcionar el servicio.
El director y todos los docentes están convencidos que el alumno discapacitado visual puede beneficiarse del sistema de integración.
En la escuela reina respeto, espíritu solidario, comprensión y ayuda mutua, sentimientos éstos que se trasmiten a toda la comunidad educativa, a la familia y por ende a la sociedad.
El maestro del niño es voluntario, receptivo y está dispuesto a aceptar al discapacitado visual como un alumno mas de su clase, no un agregado a la misma; trabajando en coordinación con el maestro itinerante.
Los agentes participantes de la acción integradora trabajamos para reivindicar el derecho a una educación “integrada” para los alumnos con necesidades educativas especiales. Esta filosofía conlleva a la concepción de una escuela abierta a la diversidad.
Graciela Méndez
Maestra Itinerante
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